21 de noviembre de 2007

EN CORDOBA UNA CARCEL SE RECICLA

“Aquí funcionó una cárcel de mujeres, hoy nace el Paseo Buen Pastor. Queremos rendir homenaje a todas aquellas mujeres que sufrieron aquí cárcel injusta de las dictaduras y padecieron el horror de la tortura y la prisión. Queremos rendir homenaje a todas las mujeres condenadas sin justicia”,




El Paseo Buen Pastor está emplazado en el lugar dónde funcionó el ex asilo que llevaba el mismo nombre, en el corazón del barrio Nueva Córdoba.

Este proyecto conservó los valores culturales de los edificios preservados, revitalizando la identidad mediante una nueva relación de arquitectura y sociedad, brindando lugares y actividades atractivas dentro de un espacio-tiempo rescatado para el uso de la comunidad y manteniendo la organización del eje central de la Capilla y los claustros.

Con esta obra se plantea un Paseo Cultural, Turístico, Recreativo y de Contemplación que recobra el valor de la construcción existente, generando un sector de carácter nuevo con una apertura de gran magnitud en la trama urbana de la ciudad.

La premisa general de esta obra fue respetar y restaurar las formas y materiales originales; y en las ampliaciones utilizar nuevos materiales, estructuras livianas y envolventes transparentes de última tecnología, contrastantes, que marquen las diferencias en el tiempo.




1 comentario:

Walterio dijo...

Lo que se promociona desde las páginas oficiales resulta muy engañoso. La cárcel fue demolida y convertida en un espacio seudo cultural donde tienen más importancia los bares y restaurantes privados en un proyecto materializado con fondos públicos. Solo se preservó la capilla y las dos fachadas laterales a ambos lados de la misma cuyas aberturas y proporciones fueron alteradas, perdiéndose también los patios originales. No se respetó como antecedente un cuidadoso proyecto realizado por el desaparecido Arq. Guidi, se desestimaron las consultas posteriores a especialistas en patrimonio y por sobre todo no hubo un concurso de proyectos.
Este modelo de gestión delasotista se repitió nuevamente en la nefasta intervención realizada en el Palacio Ferreyra convertido en Museo Superior de Bellas Artes, al que se le destruyeron los aposentos de planta alta para crear salas de exhibición y en la ampliación del museo Caraffa al que se le alteró la axialidad original.