8 de agosto de 2007

Buenos AIres... aun camino "de turista" por tus calles

Hace dos años y medio que vivo en Buenos Aires, y aunque cada vez me cuesta más, todavía la sigo viendo con ojos de turista. Con avenidas desbordantes, con tanto para mostrar. Aunque su ritmo incansable te nuble esa mirada “desde afuera”, el encanto inmenso que condensa, rebasa las fronteras de lo cotidiano y finalmente termina hipnotizándote como la primera vez.

Buenos Aires. Implacable. Inmensa. Un monstruo urbano. Buenos Aires desbordada, incontrolable y nocturna. Buenos Aires anfitriona, soleada y amable. Pintoresca y visual. Sabe como mostrar sus encantos, sin esconder del todo sus miserias.

Ofrece al turista una sonrisa plena, calida y distinta. Los tiene en cuenta, pero no tarda en cometer un desliz y por sus grietas deja ver una realidad tajante.

Buenos Aires encantadora y deslucida, nueva y cansada a la vez. Buenos Aires glamorosa y elegante a los ojos del mundo. Tan barrial y chabacana en la intimidad. Buenos Aires tan dual, tan real…

Lejos de alejar al que la camina, lo acerca más, lo hace parte contándole sus problemas,
sin perder una gota de encanto.

Como una diva de la calle corrientes muestra el brillo de la noche y te encandila, mostrándose luego de entrecasa y a cara lavada. Hecha de carne y hueso. El ruido de todos y el paso agitado de miles en silencio son como los aplausos de un teatro lleno y el solitario contraste
cuando acaba la función.

La mirada perdida entre la muchedumbre que habla y no te dice nada, da un giro brusco y entra a un cafetín que a puro cortado y medialunas de manteca te envuelve y te devuelve el espíritu en tanta vorágine.

El día dobla la esquina y se prepara para el viaje. Y aunque cuesta un poco, Buenos Aires
Aun camino “de turista” por tus calles.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido un placer leer tu escrito abajo indicado; en septiembre viajo a Buenos Aires ( por primera vez ), y espero saborear esa gran ciudad.

Un saludo desde Cataluña .... Gràcia.

Anónimo dijo...

Desde la Patagonia, a orillas del estrecho de Magallanes,en la ciudad chilena de Punta Arenas, partì en mi auto a Buenos Aires, en el verano del 2006, junto a mi esposa y dos hijas. Estuvimos una semana, y fue experiencia maravillosa, por ese espìritu cosmopolita, que combina bellamente la tradicòn con la modernidad.
Conocimos los principales barrios, apoyados con un plano de la ciudad y caminando...Nos gustò todo, especialmente San Telmo con su plaza ( esa del ex bar Birtànico ), las calles peatonales, recuerdo a Lavalle y Florida, los teatros, el cementerio de Recoleta, la 9 de Julio, pero talvez lo mejor es la avenida Figueroa Alcorta, Costanera Norte, y el barrio cìvico en los alredeores de la Casa Rosada y el Congreso, pero lo màs impactante en ese sector son las librerìas y los tan convenientes precios de los libros.

Recorriendo las calles de Buenos Aires comprendì mejor a Borges y a Piazzola.

Anónimo dijo...

Buenos Aires encierra misterio que nuestra adormecida percepcón ya no capta, caminamos y ya no advertimos lo valioso que se oculta a la vista.Pueden ser detalles , puede ser un árbol,el canto de un pájaro, una pequeña plaza de un barrio alejado, una casa que contiene la historia individual de quienes la habitaron,una placa que recuerda un acontecimiento histórico ya olvidado, esa es la Buenos Aires que yo camino.Y también la ciudad en la cual caminamos y no miramos el cielo porque la realidad cotidiana nos encierra entre sus muros de edificios.La ciudad laberinto, la ciudad también infernal.
Laura Navarro
mis saludos a todos

Anónimo dijo...

Laura Navarro
email:
lauranet2005@yahoo.com.ar